… En esta exposición Eva Armisén retrata la vida, nos plantea un recorrido por los hitos que su creatividad ha ido sembrando. Un resumen que explica algo de su fecunda trayectoria. Hoy asistimos a una invitación a mirar a nuestro alrededor y asombrarnos, a pasear guiados por la imaginación de Eva Armisén en su interpretación de la vida cotidiana.
Más de un intelectual ha teorizado sobre la necesidad de aprender a mirar, por lo que supone de impacto sobre nuestras maneras de vivir. Somos el resultado de nuestros pensamientos, dicen unos. Somos el fruto de nuestras siembras, dicen otros. Cada vez más, quizá por digerir mejor la velocidad de un mundo globalizado y caótico, hay cierta tendencia a defender lo cercano y cotidiano. Ver lo extraordinario que tiene lo ordinario, es una tarea que Armisén viene haciendo desde sus inicios, se ha dejado asombrar por las pequeñas cosas y los grandes sentimientos. Ha recorrido el mundo de este a oeste y de norte a sur con sus exposiciones cargadas de intención y de sinceridad.
Su obra ha sido expuesta en Asia, Corea del Sur, Hong Kong, Tailandia, en Australia, Melbourne, América del Norte, Nueva York, Miami, Los Ángeles, América del Sur, Santiago de Chile y por supuesto Europa Madrid, Barcelona, Valencia, Lisboa, y otros.
Es muy posible que nada de estas tendencias de engrandecimiento de lo pequeño, herederas de desaparecidos pensadores, guarde relación con los inicios creativos de Eva Armisén, ni con su trayectoria artística.
Cabría pensar que nuestra artista sea un agente más, exponiendo por el mundo, la necesidad de vivir de otra forma, de ver el mundo con ojos curiosos, profundizando en la esencia del momento, de las cosas y las personas, y con esta estimulante visión nos invita a penetrar en su personal universo…
Lola Durán Úcar.