… Los jardines evocan la construcción de un mundo que es transformación y control sobre la naturaleza. En su evocación, se permiten imaginar cómo sería el jardín primero e intentan recrearlo. Están destinados a crear un imaginario que sirva de modelo de un modelo nunca visto, ni conocido. He ahí su función primera.
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De igual modo, el arte intenta construir realidad sobre aquello denominado realidad. En el arte también existen inclemencias, como en los jardines y en la naturaleza. Hay orografías como valles y como montañas, hay calmas chichas, tormentas perfectas, parajes resguardados, y sopla el viento. Sobre todo, sopla el viento. El viento en el arte es el material que lo mantiene intacto; que consigue que nuestro presente de observadores sea, por un momento, el presente de quien lo realizó. Esa sensación sólo es posible imaginarla como quien siente el viento en la cara.
La interpretación en el arte es al arte lo que el jardín a la naturaleza. Construye un recorrido y, al hacerlo, recrea un sentido. Sobre los elementos aquí citados a lo largo de estos fragmentos, habla el trabajo de Nuria Ferriol. Otras muchas cosas son asimismo evocadas, y son tan sencillas y profundas como el relato de un suceso….
Álvaro de Los Ángeles
…. Acercarse a la obra en papel de Solís, sobre todo a sus cuadernos con forma de acordeón, es como acceder a un diario de pautas caprichosas, imposibles. Entrar por una puerta secreta que da acceso a ignotas geografías de la imaginación, paisajes abstractos que parten de una realidad ya trascendida y que comunican a cada cual vivencias diversas, emociones que conectan con las artistas del papel, con sus modulaciones y cortes, con ascensos y descensos que van marcando la senda, la atrayente ruta hacia el volcán, hacia el bosque, hacia la luna o el sol, por citar algunos de los motivos que dan título a las piezas.
A través de estas incursiones, estudios, espacios de meditación, maquetas, bocetos que en sí mismos son una obra de arte, la creadora va trazando líneas en el espacio, se acerca al vacío como volumen escultórico, busca el sentido oculto entre los pliegues y grietas, en el silencio que dejan los huecos. Son arquitecturas de lo mínimo, pequeños decorados de cuentos que trasladan al espectador al mundo de las narraciones originarias de la infancia……
Emma Rodríguez
… Perico Pastor gusta de trabajar rápido, y de enfrentarse a nuevos retos. Posee una innata capacidad para fijar la vida que pasa. Disfruta interrogándola, traduciéndola a su idioma sin palabras, convirtiéndola en línea, y también en color: tan suyos sus rojos, sus amarillos, sus verdes, sus azules, siempre entreverados del negro, del armazón básico, como plomo de vidriera. Es pintor cada vez más esencial y cada vez más amigo de la elipsis….
Juan Manuel Bonet
… En Quietud (2008), Verdejo ha sumergido definitivamente a sus personajes en el agua, venciendo ese temor e inquietud que inundaban algunas obras anteriores. La imagen de la Ophelia shakesperiana, como no podría ser de otra manera, emerge, en mayor o menor medida, como referencia para el espectador en cada una de las fotografías que componen esta serie….
… Hemos de destacar la ambigüedad de Quietud que funciona como unión de realidades opuestas. El agua calma o estancada ha contado con un simbolismo maternal; de hecho, la inmersión en el agua, como experiencia, puede propiciar un estado placentero que rememore lo originario en cuanto a amniótico, en cuanto a maternal. No obstante, por el contrario, el agua es susceptible de ser un elemento amenazador y peligroso…..
Juan Francisco Rueda