Xavier Cuiñas
Cuiñas infunde la serena tranquilidad de los grandes creadores y una
sencillez que subraya su enorme talento, su exquisita sensibilidad y la delicadeza sublime de sus construcciones reafirman la fuerza de su discurso conceptual con una obra de una potencia radical no exenta de poesía. Xavier Cuiñas conquista el espacio elevando el concepto de escultura. Revierte el criterio tradicional de cerramiento en la escultura abriéndola a realidades artificiales y construidas, creadas en espacios acotados sin referencias externas. Descontextualizadas. Abstraídas. Inventadas. Así es el espacio interno de sus “caixas de resonancia”, esos mundos creados en un espacio finito con una atmósfera propia y autónoma del exterior, en el que el protagonismo de los objetos convertidos en entidades propias con significado, se integran elevándose sobre la profundidad dada por el dibujo inicial en el espacio plástico.
Los objetos que se presentan en el espacio plástico de las caixas giran en el bucle generado por el vuelo de una avioneta, en su hélice, en la rueda y en una serie de construcciones de estructuras lineales en un
espacio arbitrario, falseado. Objetos suspendidos y realizados a partir de figuras geométricas, unidos
concéntricamente en un equilibrio que intensifica el sentido de ingravidez. Son transposiciones de figuras
bidimensionales en entidades tridimensionales individuales, masa y materialidad se transforman en
movimiento y reflejo de luz.