El artista nos plantea un recorrido por la mitología clásica: los mitos de Ícaro, Dédalo, Pigmalión, el Minotauro cretense, Dánae, el Caballo de Troya, Parsifae, y otros; utilizando no sólo una gran variedad de recursos plásticos, sino también la ironía y el sarcasmo siempre presente en la obra de Yagües, que utiliza para producir empatía con quien le observa. Utiliza diversos materiales y téxnicas y en todos ellos hace gale de un virtuosismo desenfadado, laborioso y exigente.
En toda su obra se puede constatar la exigencia que el artista se plantea, el concepto que trasciende la pura belleza formal, y lo que comunica a su interlocutor; el mensaje o historia que narra la propia obra.El dominio de las distintas técnicas, nos procura la visión de una obra refinada y poética.
Como expresa Julián Pérez Páez «la obra de Yagües es el resultado de su práctica del culto a lo profano. De mirada desacralizada y desacralizadora, aunque ensaya con los mitos es desmitificador; la ironía es para él una estrategia.El contemplar la bondad de la naturalezale lleva a establecer un discurso pagano sobre el cuerpo. como ocurre en la mitología grecolatina, los dioses poseen atributos humanos, y aún inmortales, sus anhelos se muestran en una dimensión carnal. No encontramos una interpretación trascendente sino una simplificación de nuestros dilemas intelectuales a meras cuestiones elementales, fisiológicas.»
Sus obras se encuentran la Fundación Pablo Neruda, Chile; Fundación Federico García Lorca, Madrid y Granada, Justerein Bad Salzdethurth, bodembuerg, Alemania, Universidad de Murcia, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, Marbella, Fundación Cañada Blanch, Valencia; Calcografía Nacional, Madrid- Fundación Michelín, Paris- Fundación Palau i Fabre, Caldes D´Estrac, Barcelon, y la Fundación Jorge Luis Borges de Buenos Aires; entre otros.